Reformar una vivienda de manera rápida y económica para
acelerar su venta y alquiler con mejor precio. Su traducción literal es “casa
puesta en escena”.
Moda importada de Estados Unidos, en plena crisis
inmobiliaria donde la oferta superaba a la demanda. No se trata de laboriosas reformas,
sino de un lavado de cara, pequeñas modificaciones, cómo limpieza, pintura,
decoración, mobiliario para que entre mejor por los ojos y se vendan más
rápidamente. Tener una vivienda en condiciones óptimas reducirá el tiempo de
venta o alquiler. Y funciona, según las estadísticas los inmuebles se venden
hasta siete veces más rápido.
Principales características de esta técnica:
Venta
express. Con una buena presentación, las viviendas se suelen
vender en 36 días, siete veces más
rápido que la media nacional que se sitúa en nueve meses. Igual ocurre con el
alquiler, si la media está en 3,5 meses con esta técnica se reduce a 10 días,
diez veces más rápido.
Despersonalización. Es
una de las claves para que cualquier inquilino se imagine viviendo en la casa
que visite. El home staging es como una premudanza hay que deshacerse de todo
lo que sobra y dejar lo imprescindible mientras se comercializa el inmueble.
Los compradores quieren ver metros y espacios liberados sin objetos personales
para dar así sensación de amplitud.
Potenciación
puntos fuertes y minimización puntos débiles. Potenciar puntos
fuertes, minimizar desfavorables sin esconder desperfectos. Si la vivienda
tiene carencias hay que solventarlas. Se trata de rentabilizar el hogar,
ofreciendo inmuebles neutros, espaciosos, luminosos y acogedores. Beneficios
que reducen el tiempo de venta y el precio.
Los datos evidencian
que el precio de venta se ha mantenido en el 48% de los casos y el 52% ha subido hasta un 25%.
En el alquiler los beneficios son mucho
mayores: en el 65% de los casos aumenta un 25% o más. Invertir en mejorar la
imagen del inmueble es más barato que tenerlo meses sin vender y además, tener
que rebajar el precio.
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